Envejecer en la era digital

 Por Ana M. Díaz López

No es un secreto para nadie que la población mundial de personas mayores de 65 años ha aumentado. Según datos del Banco Mundial, para el 1960 había 150 millones de personas mayores y para el 2021 ya eran 747 millones. ¡Impresionante! Entonces, si es así, ¿por qué son ellos quienes deben adaptarse a los nuevos cambios que ha traído consigo la era digital?

Nuestros viejos han tenido que aprender a usar las redes sociales para poder comunicarse o ver a su familia, les ha tocado aprender a usar WhatsApp, porque, aunque ellos prefieren recibir una visita o contestar una llamada, resulta que a los más jóvenes les gusta más enviar mensajes y audios. Nuestros viejos han tenido que ajustarse al mundo, pero el mundo no se ha ajustado a ellos. Considerando esto, cabe, entonces, mencionar los cambios que se van enarbolando en las oficinas gubernamentales y hasta en hospitales y oficinas médicas. 


Actualmente, muchas entidades gubernamentales requieren, por ejemplo, concertar una cita a través de una página web, otras, requieren documentos que hay que descargar e incluso imprimir. La evidencia de vacunación la querían en una aplicación digital, si necesitan hacer una reclamación sobre algún servicio como el agua o la energía eléctrica, resulta que todo es digital, las transacciones bancarias, en fin, todo. ¡Bendito! ¡Qué difícil se las están poniendo! La verdad es que no todos nuestros envejecientes tienen a sus hijos, nietos o familiares cerca; no todos dominan el uso de plataformas digitales ¿Cómo resuelven?

¡Qué triste!

El bajo nivel de empatía hacia los ancianos, a nivel social es preocupante. Es una etapa a la que muchos llegaremos y si no se gesta una promoción real para responder a las necesidades de esta población, ¿qué nos espera como sociedad?  Son comunes las críticas cuando se refieren al tema de que un anciano esté conduciendo, pero y si no tiene quién los lleve a sus citas, ¿qué hará? Si no hay dinero para pagarle a alguien, si no tiene un plan médico que le provea ese servicio, ¿qué hará?

Ahora vamos a hablar de la parte intensa, ¿cuánto es el costo mensual de un hogar para cuido de ancianos? Partiendo de la premisa de que esa sea una opción, muchas familias no pueden costear uno. Entonces, entre trabajar, cuidar, no poder contratar a alguien que les cuide… empiezan las situaciones. Si no está la familia cerca o es una familia desunida, ¿qué ocurrirá? Las pensiones no aumentan, los costos siguen subiendo “… llevamos años escuchando que hay que jubilarse más tarde, pero a este paso van a necesitar ciudadanos inmortales para garantizar el sistema de pensiones. A lo mejor nos modifican genéticamente con el único objetivo de que trabajemos hasta los 150 años”.1

No podemos dejar que el tema de los envejecientes se apague. Debemos promover espacios para aquellos que no dominen los aspectos digitales, espacios adecuados para estacionarse y se deben promover las visitas a nuestra población de personas mayores. El entretenimiento apropiado y las conexiones saludables son aspectos que es preciso atender.  Muchos de nuestros envejecientes no dudaron en abandonar sus intereses para criar a sus hijos y, aunque los hijos no están en la obligación de ser cuidadores, la verdad es que el ser cuidador de tus padres o de quienes te criaron, es un acto moral de reciprocidad y amor hacia las personas que cuidaron de ti.

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1Palabras Andrés Neuman (escritor argentino)/Entrevistado por Marco Palencia /Página web española: El Norte de Castilla/23 de febrero de 2018


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