Huir es muy cómodo
Por: Ana M. Díaz López “Huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor suave, olvidar el provecho, amar el daño;” Lope de Vega ¿De qué queremos huir? Anhelamos huir de nuestras culpas, de nuestros errores, de las palabras que nos dijeron, las que dijimos y hasta de las que no dijimos. Queremos huir de todo lo que, según nuestra perspectiva, nos hace o nos hará daño: personas, situaciones inmanejables para nuestro trastocado corazón, espacios, sentimientos. La ira y los miedos se nos atascan en la voz, en la mirada y huimos. No porque queramos huir, sino para no pensar, para dejar pasar el tiempo. Huimos para engañarnos, para hacernos los fuertes, aunque no es fortaleza lo que se refleja… En ocasiones, no sabemos cómo enfrentar la realidad que nos arropa, queremos quitarnos la sábana y desaparecer. Físicamente podemos huir de todo lo que queramos, sin embargo, eso no cambia lo que nuestra mente y nuestro corazón se en...