¿Aceptas los cambios o te resistes a ellos?

Por: Ana M. Díaz López

     Vivimos en un mundo que está en constante cambio. Nuevas personas se insertan a nuestra vida familiar y laboral, amistades de nuestras amistades se suman a nuestros días o, por diferentes motivos, personas dejan de estar presentes en nuestras vidas. Sumado a esto, las mudanzas, los cambios sociales, económicos, políticos y hasta tecnológicos, han provocado que nuestra idea inicial del mundo haya cambiado por completo.

     La capacidad  de aceptación y la manera en la que aceptamos ciertos cambios, varía de persona a persona. Para algunas personas es más fácil adaptarse a ellos, para otras, es motivo de una segura depresión. Desde pequeños, y aún de manera inconsciente, reconocemos que los cambios ocurren todo el tiempo en nuestra vida, dado esto, la pregunta sería: ¿Por qué se nos hace tan difícil adaptarnos a algunos cambios?
           
     Es muy probable que la manera en la que nos adaptamos a cualquier situación tenga mucho que ver con la forma en como fuimos criados. Piensa, si provienes de una familia que opinaba mucho sobre temas sociales y política (lo manifestaran o no públicamente), probablemente te has indignado ante alguna decisión del gobierno y hasta te has manifestado de alguna manera; no aceptas con facilidad ese tipo de cambios. Si creciste en una familia que siempre trataba de complacerte los gustos, probablemente estás esperando que la humanidad se confabule para complacerte; no aceptas con facilidad los cambios, sobre todo, los de índole personal. Si provienes de una familia en la que tus opiniones valían muy poco y tenías que hacer lo que te decían sin protestar mucho, probablemente aceptas todo, aunque te moleste muchísimo; evitas emitir tu opinión porque entiendes que la misma no será validada. Si creciste en una familia que criticaba todo a su alrededor sin hacer nada para cambiarlo, probablemente seas de esas personas que se quejan de todo, no hacen nada para cambiarlo; esa es tu forma de aceptar, nunca dejas de quejarte, pero haces muy poco para cambiarlo. Si provienes de una familia en la que te apoyaban en tus tristezas y alegrías, tus opiniones eran escuchadas, llegabas a acuerdos con tus padres, a veces te complacían, a veces no, probablemente tu capacidad de aceptación esté más desarrollada que la del resto de las personas. Esto no significa que aceptes todo con facilidad; serás, más bien, una persona analítica, a veces aceptarás, a veces no aceptarás y, te cueste o no, lo dejarás saber.

     La realidad es que, aunque nuestra crianza tenga que ver en este asunto, las circunstancias que nos circundan, las experiencias en las que, a menudo, la vida nos sumerge, también se suman a la actitud que asumimos ante los cambios. Todos tenemos nuestras fases de críticas, de disgusto o de tristeza ante algún cambio, es la intensidad y la manera de expresarlas las que varían  de persona a persona y esta es la parte que debemos corregir, pues en esta vida no podemos aceptar todo, ni resistirnos a todo. 

      Aceptarlo todo solo demuestra que no nos gusta pensar mucho y que no nos valoramos lo suficiente como para atrevernos a expresar lo que pensamos.  Resistirnos a todo, solo demuestra que somos personas difíciles de manejar, ya que vivimos queriendo tener el control de todo y, de antemano te digo que esa es la tarea más exhaustiva que existe: no podemos controlarlo todo.

     Debemos adaptarnos a los cambios o los cambios acabarán con nosotros, aprende a analizar.  Aprende a aceptar que existen personas que no deben continuar en nuestras vidas, que debes buscar un nuevo trabajo, que debes entender que somos seres humanos que nos enfermamos, que sanamos, que nacemos, que moriremos. No te resistas a todo. La vida, a veces, es difícil; no la hagas más difícil.

     A menudo nos tocará decir: “No, no acepto esta situación”.  En otras ocasiones, nos tocará  ceder y aceptar alguna situación porque seguir resistiéndonos a la misma, solo nos enfermará emocionalmente; analiza.
               
Derechos reservados ©
Si utilizará algún fragmento de este texto para alguna tarea académica, favor de citar a la autora.
Prohibido el uso de este texto para cualquier fin lucrativo.

adiazlopez16@gmail.com
delavidatecuento.blogspot.com


Facebook: De la vida te cuento

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Somos enanos emocionales

Envejecer en la era digital

¿Quién eres?