Todos tenemos un lado oscuro

Por: Ana M. Díaz López


     Hay personas que sacan lo peor de nosotros. No importa cuán bueno o buena hayamos sido en nuestro paso por la vida, qué tanto intentemos  cuidar la manera en la que nos comunicamos, siempre tenemos la desdicha de toparnos con alguien quien se lleva la peor parte de nosotros.

     Existen personas que por más que intentemos lidiar con ellas, por más que queramos hacerles el bien, terminan por enervarnos la sangre y hacernos explotar de manera tal que hasta nos sorprendemos de cuánto coraje puede llegar a alojarse en nuestro ser. Esto tiene mucho que ver con las expectativas. Involuntariamente, solemos crearnos unas expectativas cuando conocemos a ciertas personas, imaginamos cómo deberían ser o simplemente, la primera impresión ha sido lo suficientemente agradable para que nuestro cerebro creara dichas expectativas. Cuando la persona rompe con esa idea, pasamos por el siguiente proceso: incredulidad,  comprobación de la realidad, decepción y coraje. Este último es el que saca nuestro lado oscuro. ¿A qué me refiero con lado oscuro?, bueno, al hecho de exteriorizar inadecuadamente un cúmulo de emociones y pensamientos negativos, por lo general, totalmente justificados, que tienes  hacia una situación que ya te hartó.

     ¿Han escuchado las expresiones (en referencia a alguien): “se me salió”,  “colmó la copa”, “con ella/él, ya no se puede”, “es caso perdido”? Probablemente a la persona a quien hiciste referencia con alguna de estas expresiones, fue la que conoció esa parte de ti. Pudo haber sido desde alguien tan cercano como algún familiar o pareja o hasta algún compañero o compañera de trabajo.

     Lo ideal es siempre expresar lo que te molesta de una manera tranquila, no obstante, es muy difícil dialogar con quien siempre evade las situaciones y nunca quiere dialogar para prevenir situaciones. Son estas actitudes, en muchas ocasiones, las que precisamente provocarán que explotes.  Si ya usaste el diálogo u otras vías para manejar la situación y luego explotaste, no estás tan mal, solo eres un ser humano que se cansó de lo mismo, que siente y padece y no debes sentirte culpable por haber explotado.  Es parte de tu crecimiento emocional darte cuenta de este tipo de conductas y parte del crecimiento emocional de tu receptor, quien debe reflexionar  sobre cómo logró llevar a alguien bueno hasta  ese punto.

     Aunque no lo parezca, no es malo tener un lado oscuro, por el contrario, significa que somos seres humanos que reconocemos abiertamente que algo nos afecta. Prefiero explotar un día que tragarme eternamente que alguien me trate mal o que permita pasar por desapercibida una situación que ante mis ojos, y a lo que entiendo es moral o socialmente correcto, no está bien. Ahora bien, el que mencione que “no es malo tener un lado oscuro”, no significa que tienes el derecho de pasear a tu lado oscuro constantemente y menos aún con el fin de intimidar o tratar de controlar alguna situación o que termines agrediendo físicamente a alguien, no, claro que no. Se supone que en tu paso por la universidad de la vida hayas aprendido a tratar de resolver cualquier situación de manera prudente, utilizando el diálogo como punto de partida, intentando manejar tus emociones negativas y tratando de encontrar soluciones a los problemas.

     Relacionarse con otros seres humanos de una manera, digamos, adecuada, conlleva un trabajo, en ocasiones, exhaustivo. Nos toca ser empáticos, ponernos en los zapatos del otro, y que el receptor tenga también la misma empatía, de esto no ser así, créanme que será exhaustivo. No por nada se quejan, de lo difícil que es su trabajo, los docentes, el personal que trabaja en los hospitales, los vendedores o cualquier otra profesión que implique el atender grupos de personas o la interacción con personas diferentes durante todo un día. Lejos de lo que pueda parecer, es igual de exhaustivo que estar trabajando en construcción todo el día. Los segundos terminan físicamente agotados, los primeros mental y emocionalmente exhaustos, a menudo, destruidos.

     No debes culparte demasiado si estallaste, sobre todo si la persona nunca estuvo en una actitud de mejorar o prevenir una situación. No debes entristecerte por ello, es parte del proceso de crecimiento emocional de esa persona y, también del tuyo.

Sugerencia: Leer mi publicación: Llegar a acuerdos, aunque se alude a las relaciones de pareja, bien puede relacionarse a cualquier otra situación

Derechos reservados ©
Si utilizará algún fragmento de este texto para alguna tarea académica, favor de citar a la autora.
Prohibido el uso de este texto para cualquier fin lucrativo.

delavidatecuento.blogspot.com
Facebook: De la vida te cuento


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Somos enanos emocionales

Envejecer en la era digital

¿Quién eres?