Agradece…
Por:
Ana M. Díaz López
Constantemente,
y con razón, agradecemos por todo lo que la vida nos ha dado el
privilegio de tener: familia, amistades, comida, trabajo, entre otras cosas; sin
embargo, hoy, quiero reflexionar sobre algo más.
Estoy
consciente de que la mayoría de nosotros tenemos más de una tristeza albergada
en el corazón y en la mente. Alguna situación de la que ni siquiera sabemos si
tendrá solución. La mayoría de nosotros disimulamos estas situaciones y sonreímos,
trabajamos como nos corresponde, participamos u organizamos actividades, porque
hay que seguir, porque la vida no se detiene a causa de nuestra tristeza. De
esta manera, vamos anestesiando un poco el dolor, vamos colocando barreras para
que nadie se entere de lo que nos ocurre y así, olvidamos que, a lo mejor,
alguien a nuestro alrededor estaría dispuesto a escucharnos, a comprendernos.
Es por
esto que valoro y agradezco a cada persona que ha intentado consolarme o
aconsejarme, mientras, tal vez, sin yo saber, está pasando por una situación
más difícil que la mía. Es por esto que admiro a quien me ofrece un saludo cada
mañana y a quien siempre me contesta: “Estoy bien”, aunque ese día se haya
levantado muriendo un poco por dentro. Es por eso que me sorprendo cuando, con
palabras o acciones, soy capaz de tocar o sanar algún corazón herido, mientras
el mío tiene alguna herida abierta. A
veces se nos olvida que vivimos en un mismo espacio y que, por ende, solemos
pasar casi por las mismas situaciones.
Agradezco
la presencia de quien, incluso, con un mal chiste, sabe dibujarme una sonrisa.
Ahora bien, aunque agradezco la presencia de personas en mi vida, también
existen ausencias a las que, aunque con dolor, les agradezco que me hayan
enseñado a ver la vida de una manera distinta.
Finalmente,
creo que debemos agradecer la oportunidad que tenemos de brindar amor, creo
realmente, como dicen por ahí, que el amor mueve al mundo. Por amor, han
amanecido en nuestros rostros innumerables sonrisas, por amor hemos llorado tristemente
alguna ausencia, por amor a nosotros, nos hemos levantado de alguna caída y sé
que por amor intentaremos seguir sumando alegrías a nuestras vidas y a las
vidas de quienes nos rodean.
Nunca
dejemos de agradecer porque, como mencioné alguna vez: la vida ha sido demasiado
generosa.
Derechos
reservados ©
Si
utilizará algún fragmento de este texto, favor de citar a la autora.
Prohibido
el uso de este texto para cualquier fin lucrativo.
delavidatecuento.blogspot.com
Facebook: De la vida te cuento
Comentarios
Publicar un comentario