Si la mente se callara...

Por:  Ana M. Díaz López

Silencio, silencio, no pienses, que tu lengua no suelte lo que piensas, tus corajes, tus verdades, tus miedos, tus sueños… A veces queremos que la mente se calle, pero ella no hace caso… No puede entender que, en ocasiones, requerimos silencio, sí, SILENCIO. Estás en silencio, pero no hay silencio, solo ruidos intensos del último coraje que pasaste, de aquel error que cometiste, de las palabras o acciones que profirieron contra ti, de tus deudas, de tus aciertos y desaciertos; en fin, de todo.

¿Por qué no paramos de pensar?

Distracción, distracción, busca una distracción, eso ayuda; habla con alguien, eso ayuda; sal de tu cuarto, eso ayuda; sal de tu casa, eso ayuda; ve una película, eso ayuda… porque aunque hay días en los que pensar no nos afecta, hay días en los que la mente no se cansa de gritarte lo que no quieres oír.  ¡Ay, esos días!

Si la mente se callara un rato, si no hablara, sería genial. No pensar por 10 minutos, estar en un espacio sin ruidos… lleno de nada.

Hoy leí lo siguiente “Te despiertas cada mañana para luchar con los mismos demonios que te dejaron exhausto anoche y eso, cariño, es valentía”; así que, supongo que somos un mar de valientes.

Sé que a veces no es tan malo dejar de pensar, pues a veces estos pensamientos nos sumergen en sueños encantadores, en ilusiones que nos hacen sonreír, en soluciones a situaciones que parecían insolubles y en recuerdos que nos llenan de paz…

Son muchas las cosas que duelen, pero son muchas las que nos arropan de esperanza, supongo que es en esos pensamientos en los cuales debemos enfocarnos. Debemos evitar que los pensamientos negativos se adueñen de nuestras acciones, de nuestras vidas.

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Comentarios

  1. Excelente escrito!!
    Me identifico totalmente.

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  2. Silencio... Que están durmiendo, los nardos y las azucenas... No quiero que sepan mis penas... Silencio...
    (Gracias por compartir).

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